diumenge, 4 de maig del 2008

El primer amanecer

Después de nuestro trágico paso por el hotel de Sallem, la policía nos deja irnos no sin ciertas reticencias. Lo que esta claro es que Tom no tiene buena reputación en el pueblo, la policía al oir que éramos sus amigos, no ha querido seguir escuchando nuestros relatos de lo ocurrido durante la noche y nos ha despedido de una forma muy poco cortés. Eso sí, después de darnos a entender que Tom realizaba extraños experimentos en el Hospital psiquiátrico y que en el pueblo sus amigos, o tan solo conocidos no eran bien recibidos.

Solos y mojados, el futuro en Sallem era poco halagüeño. John decide tomar la iniciativa y pedir ayuda a los lugareños allí reunidos, pero es ignorado de una forma clara, incluso hostil. Justo en ese preciso instante apareció Sara, presentándose como amiga de Tom y ofreciéndonos ir a pasar la noche a su casa. Reconozco que en ese instante me sentí aliviada, supongo que al resto del grupo debió sentir lo mismo.

Sin más dilación nos dirigimos a su casa, pudimos entrar en caliente y secarnos un poco. Después de las presentaciones y el relato superficial de lo sucedido en el hotel me dirijo a la piso superior para poder descansar un poco, son más de las 3 de la madrugada y me siento especialmente cansada y desconcertada por todo lo que estaba ocurriendo.

Al llegar a lo que parece una bonita y tranquila biblioteca, me saco del bolsillo el objeto que recojgí justo antes de salir corriendo del hotel, creo que se le cayó a uno de nuestros atacantes. Es un simple reloj de bolsillo. Parece ordinario, de bolsillo, con tapa. Lo abro y en el interior me parece ver un gravado el cual parece que se ha intentado borrar. ¡¡¡Lástima que no tenga aquí mis herramientas!!! Podría recuperarlo rápidamente.

En ese instante entra John en la habitación, parece estar agotado. Como tengo el reloj en la mano se lo enseño, así tendré una segunda opinión, con un poco de suerte descifraremos la inscripción.
Él me comenta que durante su encuetro con el comisario del pueblo, ya fuera de sus casillas le gritó el nombre de Max Nape, como maldiciéndolo. Nos fijamos en las letras medioborradas, podría ser el nombre del propietario del reloj.

En ese momento me comienza a recorrer un escalofrío por toda la espalda, hay algo en esta habitación que no está bien. Puedo notarlo, ultimamente me suele pasar bastante. Recorro la habitación con la vista hasta llegar a un antiguo libro, parece lleno de polvo. Me dirijo decidida a él, lo cojo y lo abro, parece escrito en alguna lengua germánica, lo sigo hojeando aunque no entiendo nada. Cual es mi sorpresa ¡al encontrar una foto de Tom y Sara!
Se la muestro a John con la mano temblorosa y me dice:

- No te has fijado Elda, en toda la casa no hay una sola fotografia, ni tan solo un quadro, esta me parece que es podría ser la única. Creo que es bastante significativa...

En ese instante entra el primer rayo de sol por la ventana, sería un buen momento para intentar dormir algo, ya veremos que pasa al día siguiente.

Elda Ishtar

dimecres, 30 d’abril del 2008

La noche mas caliente

Después de varias horas charlando nos ponemos al día, Elda es una famosa arqueloga, Mike... bueno no nos acaba de aclarar que hace en realidad y Sayid es un respetado profesor en la universidad.
Estoy inquieto... los de la mesa de al lado no paran de miranos y lo peor son sus pintas:
ropa cortada desde donde se ven cicatrices, ropa con un poco de sangre y cara de muy malos amigos.
La verdad es que tanto hablar me tiene agotado así que decido despedirme de la gente e irme a la cama. Me tumbo en ella y parece que hace años que no descansaba, sólo me entran ganas de dormir y descansar...
Sueño que algo caliente me esta rozando la piel, que algo cálido me acomoda en la cama y me hace dormir un sueño placentero. Pero hay algo que no me cuadra y un olor extraño me desvela.
¿Que hay peor que despertarse con la cara de un sádico delante de tus narices? Pues que el sádico tenga un cuchillo en tu cuello y esté jugando con él. Me intento levantar pero tengo las manos atadas... maldita sea estos sueños...
- No nos gustan los extrangeros en nuestro pueblo. No queremos haceros daño pero será mejor que os vayais sin preguntar y nos dejeis tranquilos.
Intento desatarme pero me cuesta un poco, de mientras el cabrón me hace un pequeño corte en la mejilla, en ese momento me desato y le arreo un puñetazo.
El sádico no se lo espera y cae al suelo, pero se levanta preparado para contraatacar. Esquivo la estocada y le pego con todas mis fuerzas... creo que demasiado fuerta ya que cae al suelo redondo muerto.
Veo que las clases de artes marciales han dado sus frutos. Debajo de la puerta veo humo y no me da nada de buena espina esto... me acerco a la puerta y me fijo que la llave esta de un color rojizo peligroso. Recojo la sábana de la habitación y consigo abrir la puerta y me encuentro con otro personaje, pero lo peor no es eso es el hotel, está en llamas.
Saco la pistola, mientras Mike ya ha disparado al individuo y Sayid no puede hacer más que gritar que lo dejemos con vida.
¿Dejarlo con vida? Me fijo en su pecho y tiene un extraño símbolo, pero no tengo tiempo para tonterías le apunto con mi pistola y le disparo.
Él individuo cae muerto, y el piso se está empezando a derrumbar.
Corro hacia mi habitación y con la sábano hago una cuerda para salir por la ventana... y los demás me siguen.
Es la cosa más extraña que me ha pasado nunca, creo que ha sido mala idea salir de mi despacho la verdad... sobretodo cuando veo que llega la policia y los bomberos al lugar del accidente para empezar a pedirnos explicaciones...


John Elric

dilluns, 21 d’abril del 2008

Emigrantes - Mike, primera parte

Eran malos tiempos para el pueblo de Corleone, la mitad de su población había emigrado o perecido por culpa del hambre. Era un invierno frío, cosa inusual en Sicília, las heladas nocturnas y las constantes nevadas lo único que hacían era agravar la situación de mi familia, si en temporadas anteriores las cosechas fueron escasas, este año fueron nulas.

Marco Belletti, mi padre, no tubo mas remedio que irse del pueblo, hizo las maletas, se despidió de sus padres y sus hermanos e inició un largo viaje hacia la tierra donde los sueños dicen que se hacen realidad.

Durante el viaje a bordo del transatlántico Milano que lo llevaría a Nueva York, había demasiadas horas muertas, así que mi padre se dedicaba a cortejar con todas las muchachas del barco, a las que volvía locas con su mirada y su voz. En esto, he de decir que me parezco a él, lo único que yo no he tenido tanta suerte o igual es que las chicas de hoy en día son diferentes. Volviendo a la historia de mi padre, al final pasó lo inevitable, y en unos de esos flirteos, dejo embarazada a una pobre muchacha cinco años menor que él y de la que tubo que hacerse cargo.

La muchacha, mi madre, se llamaba Angela Bellini, nunca la he llegado a conocer ya que murió a las pocas horas de que yo naciera, mi padre siempre me ha dicho que fue un parto difícil. Según él, mi madre fue una mujer muy buena, era de la ciudad de Nápoles, al sur de Italia, y como mi padre tubo de emigrar en busca de una vida digna. Sus padres viajaban con ella pero cuando se quedó embarazada se desentendieron, que clase de padres pueden abandonar a su hija. Así que mi padre no tubo más remedio que hacerse cargo, aunque siempre me ha dicho que estuvo profundamente enamorado de ella.

Yo nací en Chicago, en casa de mis padres, el 23 de mayo de 1899, mi padre me puso Michelangelo de nombre, en honor a mi madre y mi abuelo. Mi infancia fue muy tranquila, por las mañanas iba a la escuela, aunque he de confesar que no me gustaba nada estudiar y la mayoría de la días me castigaban por no haber hecho los deberes o por hacer el payaso en clase. Cuando más me divertía era por las tardes, jugando a béisbol con mis amigos en la calle donde mi padre tenía una carnicería.


Mike Corleone

Un reencuentro inesperado

Mi espalda... maldita sea, esta lluvia me esta dejando destrozado. La cama es de pésima calidad así que me levanto de ella y cojo la chaqueta y me dirijo a la planta baja del hotel.
El salón está casi vacío, sólo un pequeño grupo de gente y una chica sentada en una mesa. Me sonríe y me fijo en ella, ya que viste de forma bastante peculiar, ropa un poco gastada por los viajes y con una constitución fuerte de haber estado en condiciones muy duras.
Me dirijo a ella:

- ¿Hola que tal? ¿Me permite invitarla a una copa?
- Claro, ¿brindamos por los viejos tiempos?
-¿Viejos tiempos? Disculpe no se a que se refiere
- John ¡¡¡ por dios!!! Que no ha pasado tanto tiempo para que no me reconozcas, soy Elda.

Un escalofrió me recorre la espalda, ¿Elda? ¿Mi antigua compañera de colegio aquí? ¿En Salem?
- Que casualidad más inesperada la verdad.
- Así que pensabas que estaba ligando contigo ¿eh?
- ... Si... Pero bueno dejemos esto como una pequeña anécdota. Que te trae a Salem
- Pues mira la verdad...

- Buenas noches a todos.

Me giro y me encuentro con un hombre, alto, con gabardina y con cara de muy pocos amigos. Pero su cara me resulta muy familiar, maldita sea, si se quien es.

- Maldita sea, ¿Mike tu también estas aquí?
- Y mira a quien traigo conmigo, me lo encontré en la puerta temblando de frío
- Hola John y...E... Elda ... ¿como va todo chicos?
-¡¡¡¡Sayid!!! No puede ser si estamos todo el grupo reunido después de tantos años.
- Faltan Vincent y Tom - dijo Elda. Por desgracia creo que todos estamos aquí por el mismo motivo.
- Una carta, verdad - dije, todos nos miramos en silencio, todos sabíamos que había algo que no cuadraba, había algo que no encajaba. Y lo peor era el grupo de gente que teníamos detrás, llenos de vendas y cortes y parecía que nuestra sola presencia les estorbara.
- Creo que es un buen momento para ponernos al día, ¿no os parece amigos?


John Elric

divendres, 18 d’abril del 2008

Misteris de la adolescència

A la esperar de poder penjar el mòdul final de la aventura, afegint també la meva visió, he pensat en els personatges i els seus orígens. Degut a la ja coneguda familiaritat entre els personatges, podria ser interessant conèixer més detalls sobre el passat d’aquest: misteris en els que ha estat implicat, problemes legals, fòbies ...

Proposo si hi ha temps ( i ganes), de pensar una historia passada ( lo maquiavèl·lica, misteriosa, dramàtica, terrorífica, perillosa, avorrida etc, que es vulgui). Així es podrien personalitzar més les partides, sent més interessant per entrelligar fets e històries.


The Master

dilluns, 14 d’abril del 2008

Llegada a Sallem

Después de un largo viaje, por fin llego a Sallem. La suerte está claro que no me acompaña, sigue lloviendo a "bots y barrals" como decia mi madre. La buena mujer siempre estaba con las expresiones de su Catalunya natal. El hecho de cruzar el Atlántico no le robó sus raíces, incluso es más, muchas de esas bonitas frases y costumbres me las transmitió a mi.

Me dirijo a lo que parece el único hotel del lugar. Supongo que será en el que Tom me ha hecho la reserva, sinó no me parece que tendré que dormir al raso, a estas horas de la noche no se ven muchas mas luces en esta sombria ciudad, y la gente no suele ser muy amable con los extranjeros.

Sallem, por lo que parece, es un ciudad triste, gris, poco amable. De esas que no invitan a pasear por sus plazas y calles. La verdad es que me encontraba mucho más cómoda en la selva, con mis botas, llena de tierra y sin preocuparme de si la raya de las medias está recta por detrás, que estúpida prenda de mujer.


Al entrar en el hotel, ¡cual és mi sorpresa al ver reunidos a mis amigos del instituto! Casi todos estan aquí, Sayid mi gran colega profesor de historia, John que creo es investigador privado, Mike que bien seguro seguira con sus turbios negocios, solo creo que faltan Vincent que de bien segro habrá seguido su camino en lo oculto y finalmente Tom, al que supongo que veremos mañana.

Me acerco afectuosamente a saludarlos a todos, ¡hace tantos años que no nos reuniamos! Acabamos la velada explicándonos como nos va la vida y me doy cuenta que todo sigue igual, parece que el tiempo no haya pasado para nosotros y eso me reconforta. Finalmente somos los que cerramos el bar, aunque tenemos la extraña sensacion de sentirnos constantemente vigilados y eso que estamos charlando amigablemente en un bar sin armar jaleo.


Una vez ya en mi habitación, empiezo a sentir un escalofrio que recorre lentamente mi espalda, hay algo que en esta ciudad no esta bien, lo noto en el aire. A duras penas logro dormirme cuando me despierta un resplandor por debajo de la puerta. ¿Eso que huelo es humo? Me levanto rapidamente, me visto, recojo todas mis cosas y me inclino debajo de la puerta. Sí, sí ¡eso es humo! A quatro gatas abro la puerta, provando que la maneta no arda antes.

Al final de pasillo veo una fuerte llamarada y detrás, aparece uno de los hombres que nos estaba observando en el bar del hotel de forma persistente. Tiene un extraño tatuaje en el pecho y un enorme cuchillo en la mano, ¡ con el que está atacando a John!

Repentinamente Mike sale de su habitación y dispara al extraño en el pecho. Mientras que Sayid, que está al otro lado del pasillo con unos extraños cuchillos en la mano, grita:

- ¡Nooo!, ¡mantenlo vivo! - pero ya era demasiado tarde.


Elda Ishtar

diumenge, 13 d’abril del 2008

Un buen día para recordar

Estoy en la oficina como cada día, esperando que me llamen para hacer algún trabajito. Hace varios días que no llama nadie, aunque por suerte tengo un dinero ahorrado y el negocio no va nada mal. Siempre hay trabajo para un investigador privado y mas para John Elric bastante conocido en el mundillo. Llaman a la puerta y es el cartero, trae un paquete con nombre de remitente Tom Scott. Mi antiguo compañero del colegio, teníamos un grupo formado por Griselda, Mike, Sayid otro chico que no me acuerdo el nombre, Tom y yo. Eramos inseparables hasta que se acabó la escuela y cada uno fué a una ciudad diferente a seguir sus estudios. La carta tiene un billete de autobús para ir al pueblo de Salem, Tom sospecha que están pasando cosas raras en el pueblo y me pide que vaya a averiguar algo, también comenta que sospecha que su vida está en peligro. Cojo un cigarrillo y lo enciendo, han pasado casi 8 años Tom es ahora psiquiatra y yo un simple detective privado, se que no se pondría en contacto conmigo sino fuera algo de vital importancia. Llamo a la estación de autobuses y canjeo mi billete para el dia siguiente a primera hora, me apetece irme unos días de la oficina y que mejor manera. Al día siguiente cojo el autobús y me dirigo a Salem, es una pequeña ciudad con su escuela, su hospital, su hotel , su oficina de policía y el pisiquiátrico a las afueras; junto con el billete de autobús tengo alojamiento en el hotel de la ciudad así que me dirijo hacia alla. Llego al hotel y me dirijo a la recepción, la verdad es que el sitio es pequeño, en la planta baja sólo hay sitio para una habitación, que supongo que será la del dueño del hotel, y para el salón.

John Elric

La Carta

Avuir ha sigut un bon dia, hem fet descobriments interesants al jaciment: ídols, joies, eines de diversos tipus i, fins i tot, mómies!!!! Els del museu estaran joiosos, per fi obtenim resultats després de tants mesos de feina. Ara per fi estem en una bona zona on començar a treballar i obtenir els fruits de tots els esforços. Ens esperen 3 anys de nous descobriments per canviar la història.

Al rebre la carta d'en Tom, la veritat es que he estat molt estranyada. Feia temps que no tenia notícies seves, però aquesta carta m'ha donat una sensació estranya... Un bitllet d'avió, una reserva d'hotel per anar a Salem. No se, és tot com molt estrany. Qui voldria matar-lo? Ell és psicòleg, te una feina respetable i no és pas un home conflictiu. Mai ho ha sigut durant les baralles de l'escola, eren en Mike i en John qui li tenien que treure les castanyes del foc.

Suposo que el millor serà viatjar i veure que passa, però just en aquest moment quan estem fem tots aquest descobriments. Suposo que per un mes o dos no pasarà res.

Elda Ishtar